5 de agosto de 2009

El valor de las cosas


Con su llegada, se me van abriendo más los ojos. Y con los ojos bien abiertos, veo que en el mundo que nos toca vivir, en este que se quiere mantener al margen de la miseria, la gente ha dejado de dar el valor real a las cosas. Así, es habitual ver a los más pequeños rechazar una comida, desprestigiar un regalo o menospreciar algo que para otros, es totalmente inaccesibles. La vanalidad, es algo que se convierte en normal, hasta el punto de que en un paquete de regalos, ponemos una pegatina con un: "Espero que te guste", pues es corriente que tal esperanza, no sea correspondida.


Por contra, hay niños que para su suerte, son capaces de dar el valor a cada una de las cosas que les llega. Y lo que es más importante, no escatiman a la hora de compartir con los demás. Da igual que haya poco, lo importante es que hay para todos. Realmente, la falsedad y egoísmo están asentándose peligrosamente en nuestra sociedad, y queramos o no, todos nos contagiamos de ella. Espero, que todas aquellas personas que tengamos la oportunidad de compartir experiencias con los más "necesitados", seamos capaces de empaparnos de su cariño, su generosidad y su capacidad de valorar las cosas.